"Exousía"
"Dunamís"
A medida que continuamos con esta breve introducción al concepto de “autoridad”, por favor tenga en mente estas dos definiciones.
Porque este entendimiento resultará en un aumento en su fe para enfrentar la vida.
Este entendimiento se obtiene a través de revelación.
La revelación de la realidad que Dios nos ha otorgado el poder más grande que existe en todo el universo para enfrentar todos los ataques del enemigo en contra nuestra, en contra de nuestra familia y en contra de aquellos que nos piden oración.
1 Juan 3:8 Reina-Valera Antigua (RVA) " ... Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo."
Veamos un breve resumen de sus demostraciones de poder:
Jesús sanó a los enfermos;
Resucitó a los muertos;
Creó ojos nuevos,
Creó nuevos tejidos y huesos;
Reprendió la fiebre causada por demonios,
Curó enfermedades emocionales y mentales,
Le dió órdenes a la naturaleza.
Predicó y enseñó la Palabra.
Le dió esperanza al hombre al anunciar el reino de Dios;
Le emitió una órden silenciosa al agua para que se transformara en vino;
Le emitió una órden al pez para que viniera con dinero;
Alimentó multitudes con el almuerzo de un niño;
Libertó a un hombre en desgracia atado por una legión de demonios.
Le ordenó al cuerpo de Lázaro, cuyos órganos ya habían sido
destruídos por el proceso de descomposición,
que fuese re-creado y lo resucitó a una vida saludable.
Fue transfigurado en presencia de sus discípulos.
Y en varias ocasiones se pudo desaparecer de en medio de
multitud de enemigos…. ¡Y mucho más!
Lo primero que tenemos que reconocer es que hay niveles de autoridad. Es muy importante entender la diferencia de los términos utilizados por Jesucristo cuando nos fue otorgada la autoridad.
Lucas 10:19 (RVG) " He aquí os doy potestad (autoridad – exousia) de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza (dunamis) del enemigo, y nada en ningún modo os dañará."
"EXOUSIA" significa el poder de la autoridad (influencia).
"DUNAMIS" significa la fuerza, el poder de llevar a cabo milagros,
el poder de Jehová, Dios de los Ejércitos
Lo podemos representar así: "exousia" es la insignia de autoridad (ejemplo: como la insignia de un oficial); pero "dunamis" es como el arma cargada que lleva consigo el oficial.
En Marcos 9: 14-29 nos encontramos con una historia sumamente importante para comprender el concepto de la autoridad que nos ha sido delegada por Jesucristo para libertar los cautivos y ser instrumentos de bendición a todo nuestro alrededor.
Jesús le dio autoridad (exousia) a los doce discípulos y también a los setenta:
MATEO 10 (1,7,8) (RVA)
Entonces llamando á sus doce discípulos, les dió potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia.
Lucas 10 (1,8,9,17,19) (RVA)
Y DESPUÉS de estas cosas, designó el Señor aun otros setenta, los cuales envió de dos en dos delante de sí, á toda ciudad y lugar á donde él había de venir 8 Y en cualquiera ciudad donde entrareis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante; 9 Y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado á vosotros el reino de Dios. 17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 19 He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Marcos 9: 14-29 (RVG)
14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos.
15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.
16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?
17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.
19 Y respondiendo él, les dijo: !!Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.
21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.
22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.
27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.
28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?
29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
Quiere decir que los discípulos se enfrentaron con una puerta que no se quiso abrir. Una fuerza de las tinieblas que no se sometió a la autoridad “exousia”. Enfrentaron una potencia espiritual que poseía el cuerpo del joven y violentaba su cuerpo físico, abusando, destruyendo una morada a la cual no tenía derecho.
Y es aquí donde recibimos una de las más grandes enseñanzas en relación a nuestra autoridad en Cristo Jesús.
ESA LECCIÓN ES:
“Hay puertas que no se van a abrir automáticamente a causa de la autoridad "exousia”.
Hay enfermedades, problemas, ataques y ligaduras que requieren mucho más que "exousia"; requieren el poder “dunamis” de Dios.
Para sacar este género se requiere “dunamis” y el “dunamis” no nos fue concedido en Lucas 10:19; sólo “exousia”.
Lucas 10:19(RVA)
“ He aquí os doy potestad (EXOUSIA)
de hollar sobre las serpientes y sobre los
escorpiones, y sobre toda fuerza (dunamis)
del enemigo, y nada os dañará.”
El poder “dunamis” de Dios sólo se encuentra de rodillas, en una actitud diaria y persistente de oración y con períodos de ayuno, en una búsqueda profunda y personal de la presencia de Dios.
Sin embargo, mirándolo positivamente, aquí nos está diciendo el Señor Jesús que no importa el nivel de jerarquía del enemigo que estemos enfrentando, tiene que someterse a la autoridad de un Cristiano cuando éste ejerce el poder “dunamis”.
Y la Palabra dice en Santiago 4:8:
"Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes."
Ciertamente el Espíritu del Dios Viviente está dentro de ti. Sin embargo, el acto de tu voluntad de decidir ayunar y orar te lleva a la dimensión donde se manifiesta el poder de la gloria de Dios y donde llaves espirituales abren puertas cerradas.
Al orar y ayunar estamos avanzando, tomando territorio espiritual y posicionándonos para recibir revelación y denuedo para usar las armas de la batalla espiritual.
AL ENEMIGO NO LE IMPRESIONA MUCHO CUANDO EJERCES "EXOUSIA".
LO QUE A ÉL LE SOBRECOGE ES CUANDO APRENDEMOS SOBRE EL
PODER “DUNAMIS” DE DIOS.
Nunca conquistaremos afuera sin antes conquistar nuestra personalidad adentro.
Y muchas veces el viejo hombre, la vieja naturaleza, es el mayor obstáculo para avanzar a la dimensión del poder “dunamis” de Dios.
El adversario tiene un claro objetivo: interponerse para que no crezcas, paralizarte, incapacitarte y bloquear tu mente.
Recuerda que su arma es “hablar mentiras a tu mente”.
Tu espíritu fue hecho nuevo, pero así como Jehová les dijo a los Israelitas “te he traído a la tierra que fluye leche y miel, ahora conquístala”, así nosotros tenemos el viejo hombre para lidiar con él.
¿ Por qué? Porque aunque nuestro espíritu nació de nuevo, nuestra alma tiene que pasar por un proceso de purificación a través de la renovación de la mente.
ROMANOS 12:2 (NVI)
"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la
renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios,
buena, agradable y perfecta."
¿Cómo lidias con el viejo hombre?
Despojándote de su influencia en tu vida, hojita a hojita.
Las hojas de higuera son los componentes de tu vieja persona.
¿Pero qué hizo Jesús con el floreciente árbol de higuera?
Lo maldijo y le dijo: “nunca jamás coma nadie fruto de ti” (Marcos 11:14).
O sea, ”Nunca más encuentre nadie en ti cobertura. Parece que tienes tanto, higuera, pero no puedes dar vida."
Adán y Eva se despojaron de la gloria de Dios por la desobediencia y se vistieron de hojas de higuera. Ahora tú te vistes de la gloria de Dios y te despojas de las hojas de higuera. Mientras estemos entreteniendo la influencia del viejo hombre, seremos como los discípulos, con "exousia", sin "dunamis".
Salimos de ese ciclo al continuamente desprendernos del viejo hombre.
EFESIOS 4:22 (RVR1960)
"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos,"
¿Cómo?
Reemplazamos una hoja de higuera por uno de los panes de la mesa que está en el Lugar Santo
¿Qué quiere decir esto?
Nos comemos el pan para remover la hoja de higuera, para así tejer con la Palabra la armadura de Dios sobre nuestro corazón.
Ese pan es Jesucristo.
En Juan 6:51 (RVG) Jesús dijo
"Yo soy el pan vivo que descendió del cielo;
si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre;"
Así continuaremos en el proceso de crecer en nuestro nivel de autoridad
para cambiar el mundo alrededor nuestro.
Para ser un misionero anunciando el reino del Dios en
nuestro círculo de influencia.
Para que seamos conocidos como aquellos
a quien pueden acudir cuando hayan problemas,
enfermedades, desolación, angustias, tragedias, confusión.
O sea, para ser testigos del poder de Dios en acción.