Estamos a punto de cruzar el umbral de un nuevo año. El portal de la media noche abre una nueva dimensión. Se marca un nuevo tiempo. Poniéndolo en términos sencillos, Dios trabaja con tiempos. Tenemos tiempo de nacer, de crecer, de madurar y de morir. Entre esas etapas vives bien o mal. Eres feliz o infeliz. Eres próspero o en pobreza continua. Procreas generaciones, plantas árboles generacionales. Pero todo funciona a base de tiempos. Dios tiene sus tiempos definidos. Un nuevo año es un portal. En un punto de entrada. Donde la persona puede ser bendecida, o por ignorancia, puede continuar en prisiones de oscuridad.