La condición del alma afecta todas las relaciones interpersonales que tenemos: con esposos, hijos, hermanos, padres, familiares, vecinos, compañeros de trabajo, y así por el estilo.
Para poder desmantelar la obra del enemigo en su vida, primero hay que desmantelar las fortalezas de la ofensa. Si hay ofensa, el enemigo no tiene que luchar contra usted, porque usted mismo se está haciendo la guerra. No hay guerra espiritual que usted pueda vencer mientras la ofensa no pueda usted hacer desaparecer.
¿Qué hacemos después que clamamos y el Mar Rojo se abrió?
¿Después que ayunamos y el enemigo fue juzgado delante de nosotros?
¿Qué hacemos después que se cayeron los muros de Jericó?
Entonces nos enfrentamos a un enemigo mayor.
Un enemigo que no lo puede conquistar nadie … sino nosotros mismos: NUESTRA PROPIA ALMA.
Nos enfrentamos con nuestra alma. Y nuestra propia alma nos hace perder el territorio conquistado y nos expone a la merced del enemigo.
Nosotros mismos nos despojamos de lo que Dios nos permitió ganar.
Y lo desperdiciamos debido a que hay guaridas de influencia del enemigo a quien le hemos abierto las puertas nosotros mismos.
Sin embargo, hoy el Padre nos ha citado con el propósito de hacerte bien, de reconfortarte, de animarte, de revelarte los secretos escondidos, de entregarte llaves.
Porque aunque la población mundial hoy en día esté en los 7 billones de habitantes, tu eres la persona más importante para dios ahora mismo.
Oración:
Le voy a pedir que cada uno clamemos al padre y le digamos: Padre, abre mis ojos espirituales, en el nombre de Jesús.
Bienvenidos a este episodio donde estaremos compartiendo con ustedes un tema que tiene total relevancia en nuestras vidas diarias.
EL OBJETIVO DE ESTE MENSAJE ES EL SIGUIENTE:
I. Presentar que la mayoría de los problemas en el hogar tienen un origen espiritual.
II. Explorar el concepto de las fundaciones para entender esos problemas.
Cuando conocemos al Señor le hicimos ciudadanos del reino celestial.
Mientras estamos vivos, nuestra mente va pasando por un proceso de re-aprendizaje, o sea, renovación, basado en las enseñanzas, principios, procesos, sistemas revelados en las Escrituras para que la mente, a la cual obedece el cuerpo, esté tomando decisiones que concuerden con la nueva naturaleza que hemos recibido.
Esta naturaleza que tenemos a causa de haber entrado en pacto con Jesús es contraria a la naturaleza del medio ambiente en que vivimos.
¿Por qué? Porque estamos rodeados de oscuridad, la cual es regida por el reino de las tinieblas.
Y nosotros somos luz, y pertenecemos al reino de luz del Hijo de Dios.
Es un privilegio el poder saludarlos en esta ocasión para hablar sobre la impactante Palabra de Dios, con el propósito que sepamos, entendamos, internalicemos quiénes somos en Cristo, y que no tenemos que andar ni derrotados ni deprimidos. Dios quiere que no muramos de hambre habiendo tanto pan. Que no muramos de sed, teniendo tanta agua. Que no sea movido por los vientos, cuando Él le ha dado a usted el poder de transformar las atmósferas que le rodean con sólo levantarse y clamar el nombre de Jesús y la sangre de Jesús. Ya es tiempo que verdaderamente aprenda quién es usted y el poder y la autoridad que han sido compradas para nosotros por nuestro Señor Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor, con precio de sangre.
Bienvenidos mis estimados amigos y hermanos.
Uno de los problemas más serios que cualquier ser humano puede tener es cuando nos enfrentamos a la enfermedad. Sabemos del sufrimiento que está pasando toda la tierra hoy en día por la pandemia del coronavirus.
Y sabemos que hay una gran cantidad de enfermedades que en el pasado no tenía cura y sin embargo, hoy la tienen. Hay enfermedades que incapacitan, le impiden a la persona el poder trabajar y ganarse la vida. Y finalmente, acaban con la vida. Si el problema que usted enfrenta hoy no es una enfermedad sin cura, ya usted tiene dos terceras partes de su problema ya resuelto.
Si usted está enfermo, está escrito en la Palabra de Dios que Jesucristo llevó nuestras enfermedades en la cruz. Tenemos esperanza por la sangre de Jesucristo.
Les quiero hablar acerca de la importancia de los sueños en cuanto a su relación con el cumplimiento de su destino y la tragedia de oportunidades perdidas.